La Promesa

La Promesa, de René Magritte

El día 16 de Enero se cumplieron 17 años de la firma de los acuerdos de paz. Quizás, el hecho mas importante de nuestra historia como sociedad moderna. Ahí se redactaron y negociaron toda una serie de medidas que garantizaría la evolución de nuestro pueblo hacia una democracia real, firme y duradera. La nueva sociedad estaba en gestación, al menos esa fue la promesa.

Se abolieron los cuerpos represivos de “seguridad” PN, PH y GN, los BIRI y demás defensas civiles. En resumen fueron dados de baja mas de 30,000 efectivos.
Se modificaron los principios doctrinarios de la FAES y sus programas de estudio.
Se creo la Policía Nacional Civil, con una formación de sus miembros, orientada al respeto de los Derechos Humanos.

En términos Judiciales, restructuración el Consejo Nacional de la Judicatura, creación de una Escuela de capacitación Judicial que formaría nuevos jueces y magistrados. Reformar el proceso de elección y periodos de los magistrados de la Corte Suprema de Justicia, así como la creación de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos.

Se crearía el Tribunal Supremo Electoral y también el Foro de Concertación Económico y Social que estaría formado por sindicatos, gremios empresariales y el estado, para dialogar sobre políticas economizas y sociales en el país.

Este, a groso modo fue el parto de esa negociación, los salvadoreños teníamos que criar, proteger y educar a esa criatura que nos había sido confiada.

A lo mejor muchos de los que tenían esa luz conductora quedaron en el camino (estos acuerdos fueron escritos con su sangre), los que quedaron vivos se cansaron de luchar o sucumbieron al fetiche del modernismo neoliberal, otros buscando paz interior decidieron encontrarla en la quietud de otras latitudes. La criatura se quedo huérfana a merced pedófilos sociales que han abusado de ella por los últimos 17 años.
Sin ninguna conducción real, el grueso del pueblo fue fácilmente engañado y como un hato de ganado lo han estado llevando sistemáticamente al matadero.

A 17 años de la efeméride, algunas cosas nunca se cumplieron y otras fueron deformadas o convertidas en letra muerta, se podría decir que los acuerdos se volvieron una bonita pieza literaria de ficción sin ninguna esperanza de ser.

A lo mejor como un instinto de sobrevivencia, la dirigencia del FMLN dejó de jugar al padre joven e inexperto, a lo mejor ha alcanzado la madures que le ha permitido vencer el miedo al cambio y tomar con responsabilidad su parte, a lo mejor el pueblo esta cansado de sus destazadores, a lo mejor este domingo rescatemos el espíritu de los acuerdos y le apliquemos los primeros auxilios y revivamos la promesa.

Yo recuerdo muy bien la noche del 31 de Diciembre de 1991, esa noche fue como un regalo retrasado de navidad, las partes se habían comprometido a callar los fusiles. La presentadora de Teleprensa no pudo contener la emoción al dar la noticia y le rodaron las lagrimas(uno de los momentos mas significativos de la televisión salvadoreña), creo que esas lagrimas representaban las de todo un pueblo que en ese momento, no confundiría mas la alegría de los petardos, con la sentencia ronca de la muerte…