domingo, 16 de noviembre de 2008

Espejismo


No se si fue la mañana que brillaba
en tonos de toronja,
o quizás,
fue la noche anterior
tan desolada,
la que me predispuso a verte.
Lo cierto es que te vi,
como solías ser,
con tu beatifica sonrisa
y tu cabello suelto.
Me dijiste,
que el arte de dejar las cosas fluir
estaba reservado para las hechiceras,
y taumaturgos de la filantropía.
Que los miércoles siempre
fueron los mejores
si hablamos de la alquimia del amor.
Pero al pasar la magia
en tu lecho vencido,
sujetabas tu pecho,
ahogabas un grito,
querías como yo
en ese instante,
graduarte de Merlín
y con un golpe de luna
acortar distancias.
Pero otras vidas corrían paralelas.
La guerra cantaba in crescendo,
la muerte emocionada blandía su guadaña
y cavaba trincheras.
Como rellenar el agujero
que deja en tu corazón una batalla?
Nosotros nada más moríamos de amor,
lo nuestro era el canto y la poesía.
Mientras en las montañas
los fusiles ganaban puntería
y el espejo retorcido de la suerte
se quebraba… al fin.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bonito poema, espero seguir leyendo poemas de tu inspiracion.

nrp888 dijo...

Veremos cuando regresa la musa!! Gracias por pasar.