El FMLN, Funes Y La Parabola del Hijo Prodigo.

El 15 de marzo del 2009 fue un día histórico para El Salvador, la izquierda aglutinada en el FMLN logra derrotar a una derecha enquistada en el poder desde la conquista española. Para conseguir esta victoria fue necesario que se dieran muchos sacrificios y uno de ellos fue, entregar la candidatura presidencial a un personaje que se sabía no comulgaba con la visión socialista y revolucionaria del partido y que no había sido fraguado en el crisol de las grandes batallas libertarias. Aun así el FMLN aposto a la carta del reajuste y de la innovación, propias de los audaces golpes guerrilleros del pasado.

Podemos decir que con la elección de Funes a la presidencia de la república el FMLN logra desvincularse del estigma de ser un partido con mentalidad intransigente, cerrado, desfasado, desubicado con la realidad, etc. Por primera vez la izquierda revolucionaria logra ser parte del gobierno (no gobierna en su totalidad) en alianza con otra izquierda. Una izquierda descafeinada, arribista, difícil de definir y de ubicar en el amplio arcoíris político salvadoreño.

El resultado ha sido un Funes que algunas veces se comporta como un niño engreído al que no le gusta ceder ni siquiera un centímetro de protagonismo, carente algunas veces de memoria histórica, presionado por las amenazas veladas de Washington llevadas a la practica en Honduras y que arrastra los merito$$$(su famosa meritocra$ia) de algunos empresarios de dudosa integridad que aportaron logi$$tica a la campaña y fueron recomenzados con puestos de dirección en instituciones claves del estado.

Un Funes ambiguo, tibio hacia todo lo que signifique confrontación con los elementos del poder económico, con un despliegue de una soberbia visceral que lo hace caer en la ignorancia (razones expuestas para no pertenecer al ALBA). Que a escasos 6 meses de mandato, el voto duro del frente lo ha acusado hasta de traidor o vendido (adjetivos que todavía no creo que se merezca).

Por otro lado la alta dirigencia del FMLN ha exhibido bastante madurez política al no caer en las provocaciones exacerbadas por la prensa derechista y por el contrario han respaldado siempre el gobierno de Funes.

En el otro extremo de la ecuación tenemos al FMLN con su concepción socialista revolucionaria, con la visión de cambiar la estructura de distribución de la riqueza, de modificar las relaciones de producción y las estructuras de poder, metas por la que siempre se ha luchado y que el hecho de haber depuesto las armas no significa claudicar a esos principios, si no que llegar a ese fin por otros medios, el del debate ideológico en el marco electorero.

Por eso no es de extrañarnos su adhesión como partido a la V internacional socialista, pues como todo partido revolucionario uno de los principios fundamentales es la solidaridad entre los pueblos, la integración de sus realidades en un todo que les de más peso de negociación, no de sumisión con el polo dominante.

En estos momentos no puedo predecir cuánto durara este disfuncional matrimonio, pero lo que sí puedo decir es que las dos partes se han beneficiado de él. Los últimos sondeos de opinión por parte de la IUDOP Y MITOFSKY dan un promedio del 75% de aprobación a Funes y el FMLN le saca más del doble de puntos en preferencias con respecto al partido arena y eso que la encuesta fue realizada antes de que estallara el escándalo arenero.

Yo creo que el gran ganador por el momento, de esta dialéctica Funes FMLN, ha sido el pueblo, primero porque se evito la continuidad del partido arena (no quiero ni pensar a que calamidades nos hubiera arrastrado el ex policía). Segundo, porque se le da la oportunidad a la población de experimentar un poco de democracia, en el sentido de que el ejecutivo nunca debe estar subyugado a los intereses del partido, si no, que a los intereses de las mayorías más necesitadas.

Esperemos entonces que el hijo prodigo encuentre el camino y no se pierda en el laberinto de la indolencia.