MEMORIAS DE ADRIANO

He querido presentar en este blog, mis reflexiones sobre la lectura del libro Memorias de Adriano de la belga Marguerite Yourcenar. El texto pone en relieve la eterna problemática político social y hace de Adriano el modelo de gobernante tan necesitado en estos tiempos, en donde la dominación de lo material y lo aparente por sobre lo esencial es cada vez más implacable.

El libro es un relato, una especie de confesión de su vida en forma epistolar dirigida a su amigo Marco. La carta no solo relata los viajes de Adriano, sino también, en una cuidadosa confluencia, su búsqueda interior de los misterios de la vida y de la muerte. El relato se desenvuelve en una constante interpretación de las cosas banales y trascendentales de la existencia humana.

Este escrito no pretende ser una monografía, sino más bien una interpretación los pasajes que me fueron más significativos en el contexto de la realidad en la que me desenvuelvo.

La autora en una forma magistral me induce en ese dialogo con mi propio ser, tomando como modelo las interrogantes de Adriano y su visión del presente y del futuro.


Adriano y su visión del estado romano del siglo II con respecto al desarrollo ciudadano:


“Quería que las ciudades fueran esplendidas, ventiladas, regadas por aguas límpidas, pobladas por seres humanos cuyo cuerpo no se viera estropeado por las marcas de la miseria o la servidumbre, ni por la hinchazón de una riqueza grosera…..Quería que a todos llegara la inmensa majestad de la paz romana, insensible y presente como la música del cielo en marcha, que el viajero mas humilde fuera de un país, de un continente al otro sin formalidades viajatorias, sin peligros, por doquiera seguro de un mínimo de legalidad y de cultura…”



Reflexión de Adriano sobre el placer y el amor:

“En el caso de la mayoría de los seres, los contactos mas ligeros y superficiales bastan para contentar nuestro deseo, y aún para hartarlo…si pasa de la periferia de nuestro universo a su centro, llegando a ser para nosotros más indispensable que nuestro propio ser, entonces tiene lugar el asombroso prodigio en el que veo, más que un simple juego de la carne, una invasión de la carne por el espíritu…”


Enfrentando la muerte de un ser amado:

“Aquella muerte sería vana si yo no tenía el coraje de mirarla cara a cara, de abrazar esas realidades del frío, del silencio, de la sangre coagulada, de los miembros inertes, que el hombre cubre tan pronto de tierra y de hipocresía…”



Para mi todo el libro es una poesía llena de profundas reflexiones que te deja un sabor de haber viajado por esa época, gracias a la fineza descriptiva del autor y su trabajo investigativo de ese periodo de la historia.

Memorias de Adriano fue concebida según la escritora desde 1924 y terminada hasta en 1951. Es considerada por muchos como una de las obras cumbres de la literatura del siglo XX y le valió a la autora, Marguerite Yourcenar el ingreso a la Academia Francesa en 1980 siendo la primera mujer admitida a dicha institución.


Los dejo con esta bella poesía, con la cual comienza y termina la novela en la que Adriano reconoce y acepta su propia muerte…

“Mínima alma mía,
tierna y flotante,
huésped y compañera de mi cuerpo,
descenderás a esos parajes pálidos, rígidos y desnudos,
donde habrás de renunciar a los juegos de antaño.
Todavía un instante miremos juntos las riberas familiares,
los objetos que sin duda no volveremos a ver.
Tratemos de entrar en la muerte con los ojos abiertos…”.