
Esto lo escribí hace ya algunos años y ha sufrido ciertas modificaciones con el correr del tiempo, pero no veo mejores días para compartirlo con ustedes que estos.Generalmente cuando el año va a terminar y comienza el otro, algunos hacemos autocriticas, otros hacemos valoraciones y la mayoría hacemos resoluciones, esta vez yo he tratado de hacer un poema...
Cuando el Año Termina.
Cuando el nuevo año se acerca al galope
presto a doblar la última esquina del tiempo
nos pasa, que lanzamos una gaviota
desde los primarios recintos que hábito nuestra sangre.
El bullicio enmudece,
se lo ha tragado la boca de la vieja guitarra.
La gaviota se posa en sus desahuciadas cuerdas
tarareando la canción de mi intrépido andar.
Este año rescindimos el contrato
que parió las huellas de tus inquietas manos,
me convertí en fugitivo del aire,
y fui buscando en la hondura de estos meses
el dulce producto de la condición humana
cuando se vuelve colmena.
Este año,
me dolió la tortuga velocidad de tu empeño,
me dolió tu sangre,
enredada en la telaraña de tu miedo,
me dolió tu corazón de nieve,
que hizo escarcha los pedazos de mi locura
regados por el cuarto.
Anoche,
mientras estaba en esa zona tan crepuscular de mi memoria,
cientos de rostros desfilaron tapándose los ojos,
ocultando su alma,
angustiados de su desnudes.
Te encontré sentada en tu calma de piedra,
tu voz despertó los siete colores del alba,
y de nuevo a mi corazón
lo atravesó tu pulso enamorado,
y allí sembré unas gotas de mi historia.
Esta noche,
desde mi melancólico recinto
la gaviota tararea la novena sinfonía
y me dice que todo va estar bien.....