Desde hace algún tiempo hemos observado como se extiende esa hora que nos habíamos prometido invertir en los asuntos del ciberespacio.
Recorre el minutero de esta hora extendida nuestras vivencias, nuestra poesía, los libros leídos, la música y todo lo demás...
Los ideales uno los trae de nacimiento, son como semillitas que vienen depositadas en nuestra conciencia. Los hechos cotidianos, enmarcados en lecturas, canciones, diálogos, etc., es la agüita que las riega, estas semillitas florecen en la conciencia de tu juventud, poblando de oasis el cínico desierto de la vida.
Hace algunas noches asistí a una presentación que IntiIllimani ofreció aquí en Nueva York como parte de un programa de conciertos populares organizados por el Queens Teather in The Park . Fue una velada donde se mezclaron cuerdas, percusión y voces en una armonía tan mágica que sentías acompañar el vuelo de un cóndor, escalar una montaña, avivar el caudal de un río, contemplar el mar tragarse el alba y testificar el aparecimiento de la luna chispeando la noche.
Hay una canción que se llama Vuelvo y aunque es una canción chilena y que está basada en la realidad chilena, bien la podemos adaptar al paisito. En El Salvador, millones caminamos a gestar la esperanza, a construir la esquina salvadora de tantas malas experiencias y aunque nos topamos con un espejismo en el que nos llenamos los zapatos de mierda, no renunciaremos a caminar, por que más temprano que tarde encontraremos un oasis que haya trascendido la arena del tiempo.
Hace algunos años esta historia causó furor en la red. El furor a lo mejor ya no sea el mismo, pero su actualidad es mas que indispensable. El autor del escrito es el venezolano Luis Brito García y lo público el 6 de Octubre de 2003 con motivo de la celebración del día de la Resistencia Indígena celebrado en Caracas, aunque otros dicen que fue publicado primero en el periódico Nacional de Caracas el 18 de Octubre de 1990.
(Exposición del Cacique Guaicaipuro Cuatemoc ante la reunión de Jefes de Estado de la Comunidad Europea 08/02/2002).
Aquí pues yo, Guaicaipuro Cuatemoc he venido a encontrar a los que celebran el encuentro. Aquí pues yo, descendiente de los que poblaron la América hace 40.000 años, he venido a encontrar a los que la encontraron hace sólo 500 años. Aquí pues nos encontramos todos. Sabemos lo que somos, y es bastante. Nunca tendremos otra cosa.
El hermano aduanero europeo me pide papel escrito con visa para poder descubrir a los que me descubrieron. El hermano usurero europeo me pide pago de una deuda contraída por Judas, a quien nunca autoricé a venderme. El hermano leguleyo europeo me explica que toda deuda se paga con intereses aunque sea vendiendo seres humanos y países enteros sin pedirles consentimiento. Yo los voy descubriendo.
También yo puedo reclamar pagos y también puedo reclamar intereses. Consta en el Archivo de Indias, papel sobre papel, recibo sobre recibo y firma sobre firma, que solamente entre el año 1503 y 1660 llegaron a San Lucas de Barrameda, en España, 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata provenientes de América. ¿Saqueo?. ¡No lo creyera yo!. Porque sería pensar que los hermanos cristianos faltaron a su séptimo mandamiento. ¿Expoliación?. ¡Guárdeme Tanatzin de figurarme que los europeos, como Caín, matan y niegan la sangre de su hermano!. ¿Genocidio?. Eso sería dar crédito a los calumniadores, como Bartolomé de las Casas, que califican al encuentro como de destrucción de las Indias, o a ultrosos como Arturo Uslar Pietri, que afirma que el arranque del capitalismo y la actual civilización europea se deben a la inundación de metales preciosos. ¡No!. Esos 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata deben ser considerados como el primero de muchos otros préstamos amigables de América, destinados al desarrollo de Europa. Lo contrario sería presumir la existencia de crímenes de guerra, lo que daría derecho no sólo a exigir la devolución inmediata, sino a la indemnización por daños y perjuicios.
Yo, Guaicaipuro Cuatemoc, prefiero pensar en la menos ofensiva de estas hipótesis. Tan fabulosa exportación de capitales no fueron más que el inicio de un plan "MarshallTesuma" para garantizar la reconstrucción de la bárbara Europa, arruinada por sus deplorables guerras contra los cultos musulmanes, creadores del álgebra, la poligamia, el baño cotidiano y otros logros superiores de la civilización. Por eso, al celebrar el quinto centenario del empréstito, podemos preguntarnos: ¿Han hecho los hermanos europeos un uso racional, responsable o por lo menos productivo de los fondos tan generosamente adelantados por el fondo indoamericano internacional?. Deploramos decir que no. En lo estratégico, lo dilapidaron en las batallas de Lepanto, en armadas invencibles, en terceros reichs y otras formas de exterminio mutuo, sin otro destino que terminar ocupados por las tropas gringas de la OTAN como en Panamá, pero sin canal. En lo financiero, han sido incapaces, después de una moratoria de 500 años, tanto de cancelar el capital y sus intereses, cuanto de independizarse de las rentas líquidas, las materias primas y la energía barata que les exporta y provee todo el tercer mundo. Este deplorable cuadro corrobora la afirmación de Milton Friedman según la cual una economía subsidiaria jamás puede funcionar y nos obliga a reclamarles, para su propio bien, el pago del capital y los intereses que, tan generosamente hemos demorado todos estos siglos en cobrar.
Al decir esto, aclaramos que no nos rebajaremos a cobrarle a nuestros hermanos europeos las viles y sanguinarias tasas del 20 y hasta el 30 por ciento de interés, que los hermanos europeos le cobran a los pueblos del tercer mundo. Nos limitaremos a exigir la devolución de los metales preciosos adelantados, más el módico interés fijo del 10 por ciento, acumulado sólo durante los últimos 300 años, con 200 años de gracia. Sobre esta base, y aplicando la fórmula europea del interés compuesto, informamos a los descubridores que nos deben, como primer pago de su deuda, una masa de 185 mil kilos de oro y 16 millones de plata, ambas cifras elevadas a la potencia de 300. Es decir, un número para cuya expresión total serían necesarias más de 300 cifras, y que supera ampliamente el peso total del planeta Tierra. Muy pesadas son esas moles de oro y plata. ¿Cuánto pesarían calculadas en sangre?. Aducir que Europa, en medio milenio, no ha podido generar riquezas suficientes para cancelar ese módico interés, sería tanto como admitir su absoluto fracaso financiero y/o la demencial irracionalidad de los supuestos del capitalismo. Tales cuestiones metafísicas, desde luego, no nos inquietan a los indoamericanos. Pero sí exigimos la firma de una carta de intención que discipline a los pueblos deudores del viejo continente, y que los obligue a cumplir su compromiso mediante una pronta privatización o reconversión de Europa, que les permita entregárnosla entera, como primer pago de la deuda histórica".
Cuando el cacique indio Guaicaipuro Cuatemoc dio su conferencia ante la reunión de jefes de estado de la Comunidad Europea, no sabía que estaba exponiendo una tesis de derecho internacional para determinar la verdadera deuda externa . Ahora sólo resta que algún gobierno latinoamericano tenga el valor suficiente para hacer el reclamo ante los Tribunales Internacionales.
Leía, días atrás, con mucho agrado, la noticia de la protesta de unos compañeros y compañeras, en contra del monumento de la infamia, ese que le construyo el partido arenazi, a uno de los mayores carniceros que ha conocido la historia salvadoreña.
Dicho monumento es un insulto y una bofetada a la parte del pueblo, que todavía guarda luto por el martirio de nuestro pastor y por la sangre de todos esos miles de buenos hijos e hijas de la patria, torturados y asesinados por los escuadrones de la muerte, al mando del verdugo d’aubuisson.
Como siempre, se ha tratado de desviar el punto importante de la protesta, arguyendo que con ese tipo de acciones se politiza la memoria del Santo, que son acciones vandálicas que ya no se deberían dar en el país, que se ven feas, que eso también genera mucha polaridad, etc. Nada más alejado de la realidad, porque la protesta no solo se dio en nombre de Monseñor , se dio también en memoria de todas las Marías, los Ernesto, los Pablo, las Elena, los Juan, las Ana, las Elizabeth, los Carlos, los Eduardo, las Marta,los José y todo ese montón de seres humanos de los que ni siquiera se reivindico su nombre y murieron en la oscuridad del anonimato, porque sencillamente no pertenecían a ninguna organización política, y por el solo hecho de simpatizar con la causa, fueron objeto del dedo acusador de algún oreja.
Ahora que está de moda entre los politiqueros del paisito, eso de “no reabrir las heridas” y que argumentan que es la principal causa por la que no se deroga la infame ley de amnistía, les digo que ese monumento representa un puñal clavado en el corazón del pueblo, que es una herida en la conciencia que no para de sangrar.
La asamblea, el presidente o a quien le corresponda deberían de emitir una ordenanza para demoler algo tan absurdo que no tendría cabida en ningún país civilizado. Es como si un grupo de neonazis erigiera un monumento a hitler en pleno tel aviv, o si los rusos construyeran un parque en Varsovia con la estatua de Stalin. Pero en fin estamos en El Salvador y los arenazis se enquistaron en el poder por 20 años, solo ese hecho dice mucho.
Dije que leí con mucho agrado la noticia, porque en esos días de desencanto presidencial, donde el proyecto funes no ha sido más que un poster para las “encuestas” y que todo lo neurálgico en el paisito permanece igual o peor (delincuencia, transparencia, impunidad), todavía quedan algunas luciérnagas tratando de vencer la penumbra del fatalismo. Benditos sean vandálicos!!!
El choque de 2 sentimientos opuestos de fuerza similar cuya batalla se desarrolla en el alma y el corazón, en donde el cerebro la hace de mediador y la conciencia es el único verdugo...nrp888
Toda propuesta ideológica, en donde el estado pretenda ser el dueño de la conciencia, voluntad e imaginación del pueblo, tarde o temprano esta destinada al fracaso, porque en si misma, contradice toda esencia revolucionaria…nrp888