Como nada y como todo este pequeño espacio se lleno de tiempo. Mis opiniones y vivencias han tapizado este trecho virtual como las hojas de este otoño tapizan mi patio.
Podría decir que a estas alturas de mi vida, los cumpleaños no son una promesa de que lo mejor viene, más bien son una sentencia de aceptar el vivir con lo que tengo. Y afortunada o desafortunadamente, este espacio es producto de esa sentencia.
Algunas veces parecería que el reloj que marca esta hora se queda sin baterías y languidece en el mismo tema por días, semanas y hasta meses. Y es que, no es, que no haya situaciones que comentar o hechos que interpretar, pero en mi caso siempre trato de abonar el hecho con mi propia visión pero a veces me dan achaques de ceguera y termino escribiendo nada.
La TV me trae noticias del paisito, la pesadilla diaria de muerte y corrupción. Que simple se oye decirlo, condenarlo todo, un movimiento de desaprobación con mi cabeza y salgo al patio a podar las rosas. No sé si la enajenación de una vida sin mayores preocupaciones y monótonamente estable haya hecho estragos en mi capacidad de respuesta.
Todo me parece tan lejano, las manifestaciones, las pintas, las reuniones para viabilizar un cambio, mi gente. Todo eso ha quedado refundido en la más lejana esquina del congelador mental, como si fuera el ultimo pedazo de legumbre, o la ultima sobra de una cena pasada que ya nadie quiere calentar, ahí está, fría y dura, pero esta allí.
Parece que el gobierno del cambio en el paisito no ha cambiado nada todavía, aunque el fenómeno Funes si ha resquebrajado a la antes granítica mafia narcoarenazi. Lo digo en el sentido de que ya vieron(los narcoarenazis) que no hay nada de qué preocuparse en el gobierno Funes, el status quo se mantiene, esto ha hecho que los descontentos peleen posiciones en la directiva narcoarenera. No pasaría lo mismo si el presidente actual por el FMLN fuera un verdadero revolucionario que amenazara los cimientos del gran capital, ahora mismo ellos estarían tan preocupados en torpedear el gobierno que no habría espacio para separaciones.
Bueno creo que me descarrile yo mismo del tema, decía que la hora se ha extendido un año y se seguirá extendiendo en la medida que la cotidianidad del deber y el dueño de la fiesta me permitan reventar la piñata con los ojos abiertos… aunque preferiría recoger los dulces con los ojos vendados.